Centro de datos de Google

Chile detiene a Google en construcción de Centro de Datos por daños al ambiente

El progreso del nuevo centro de datos de Google en Chile se ha visto frenado por un fallo judicial emitido por la Justicia chilena. La justicia a ordenado la suspensión de la construcción debido a preocupaciones relacionadas con su impacto climático, específicamente con el consumo de agua. Esta decisión judicial responde a las demandas presentadas por grupos locales que cuestionaron el proyecto, poniendo de manifiesto las tensiones entre el desarrollo tecnológico y la sostenibilidad ambiental en el país.

La controversia se centra en los planes de Google para establecer un nuevo centro de datos en Cerrillos, Santiago, como complemento al ya existente en Quilicura. La compañía tenía previsto invertir 200 millones de euros en esta instalación, unos 218 millones de dólares. El Data Center se encontraba en proceso de construcción hasta que el tribunal chileno dictaminó su paralización.


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¿A qué se debe esta decisión?

El principal punto de conflicto radica en el uso excesivo de agua que implicaría el funcionamiento del centro de datos. Según los detalles revelados por Google, se estimaba que la instalación requeriría la asombrosa cantidad de 7,6 millones de litros de agua potable al día para su operación, principalmente destinados a la refrigeración de los equipos. Esto no concuerda con la crisis de agua que lleva años atravesando el pueblo chileno.

Esta demanda de agua ha generado críticas y preocupaciones entre la población y las autoridades locales, especialmente en un contexto marcado por una prolongada sequía y restricciones en el suministro de agua impuestas por el Gobierno. La construcción de un proyecto de tal envergadura, que consumiría una cantidad significativa de agua en un momento de escasez, ha sido percibida como inadecuada y poco responsable desde el punto de vista medioambiental.

En respuesta a las crecientes preocupaciones, la Justicia chilena ha ordenado a Google detener la construcción del centro de datos, argumentando la necesidad de considerar de manera más exhaustiva los efectos del cambio climático en la evaluación del proyecto, especialmente en lo que respecta al uso del agua.

El tribunal ha instado a la compañía a revisar y, si es necesario, modificar su enfoque de refrigeración, teniendo en cuenta alternativas que minimicen el impacto sobre los recursos hídricos locales, como la adopción de sistemas de enfriamiento basados en aire.

¿Qué representa esto para Google?

Esta decisión judicial representa un revés significativo para Google, que había obtenido inicialmente la aprobación ambiental para el proyecto en 2020 por parte de la agencia ambiental SEA (Servicio de Evaluación Ambiental). Sin embargo, la presentación de reclamaciones por parte del municipio de Cerrillos y la posterior intervención del tribunal ambiental han generado complicaciones y exigencias adicionales para la empresa tecnológica.

Aquí Google lleva las de ganar a nivel legal, puede demandar al país por hacerlo gastar millones de dólares y al final detenerlo. Este dinero no puede quedar botado solo por que ahora siempre no quieren dar el permiso. Pero esto no le conviene a Google a nivel de empresa que se hace ver como ambientalmente responsable.

El próximo paso seguro será buscar otras maneras de refrigerar los servidores que como puedes imaginar generan mucho calor.

¿En serio consume tanto un Data Center?

El informe de Data Centre World revela la magnitud del desafío al que se enfrentan los centros de datos en términos de consumo energético. Se estima que estas instalaciones representan entre el 2% y el 3% del consumo energético a nivel mundial, con una tasa de crecimiento que se duplica cada año. Aunque el foco principal de atención suele estar en el aspecto energético, en el caso de Chile, ha sido el uso del agua lo que ha generado mayor preocupación y ha suscitado el escrutinio de las autoridades.

La propuesta de Google de cambiar el sistema de refrigeración para reducir su dependencia del agua ha sido considerada insuficiente por el tribunal chileno, que ha instado a la empresa a realizar ajustes adicionales si pretende reanudar el proyecto. Esto plantea un desafío considerable para la compañía, que deberá encontrar un equilibrio entre sus objetivos comerciales y las demandas de sostenibilidad y protección ambiental planteadas por la Justicia y la sociedad chilena.

Tecnología vs Medio Ambiente

El caso del centro de datos de Google en Chile ilustra la complejidad de conciliar el desarrollo tecnológico con la protección del medio ambiente, especialmente en regiones donde los recursos naturales son limitados y preciosos. Si bien la tecnología puede ofrecer soluciones innovadoras para abordar los desafíos del cambio climático, su implementación debe ser cuidadosamente evaluada y regulada para evitar impactos negativos adicionales sobre el entorno.

Todas las empresas que se dedican al Cloud Computing están apuntando a ser ambientalmente amigables, son consientes del alto consumo de energía que los Data Centers necesitan. Es por eso que se plantean ser completamente independientes en lo que a energía respecta. Planean generar renovablemente la energía que consumen. El el caso de Google, la meta es lograrlo antes del 2030.

Volviendo al caso con Chile, la resolución de este conflicto requerirá un diálogo constructivo entre Google, las autoridades chilenas, las comunidades locales y otros actores relevantes para encontrar soluciones que sean tanto viables desde el punto de vista técnico como socialmente responsables. Esto podría implicar la adopción de tecnologías más eficientes en términos de consumo de recursos, así como la consideración de los impactos ambientales en todas las etapas del proceso de planificación y construcción de infraestructuras tecnológicas.

Además, es fundamental que se promueva una mayor transparencia y participación pública en la toma de decisiones relacionadas con proyectos de esta envergadura, garantizando que se escuchen todas las voces y se tengan en cuenta todas las preocupaciones pertinentes. Solo a través de un enfoque colaborativo y orientado hacia el bien común se podrá encontrar una solución equitativa y sostenible para el desarrollo de infraestructuras tecnológicas en Chile y en otras partes del mundo.

Tú que opinas, ¿estás de acuerdo con esta decisión del gobierno chileno? Déjalo en los comentarios.

Imagen de: fnh.ma

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